¿Es la Epigenética la Mecánica Cuántica de la Biología?
Durante bastante tiempo, los científicos han conocido la estructura básica de nuestro ADN, la base de los genes. Aunque casi todas las células del cuerpo humano tienen casi el mismo conjunto de genes, ¿por qué los diferentes tipos de células, como las del cerebro, se comportan de manera tan diferente?
La respuesta es la epigenética, un área de la biología en rápido crecimiento que se centra en los procesos que ayudan a dirigir cuándo se activan o desactivan los diferentes genes. Mientras que el ADN de la célula proporciona el "manual de instrucciones", los genes también necesitan "otras" instrucciones específicas. En esencia, los procesos epigenéticos regulan a las células para que lea "páginas" específicas del manual de instrucciones en distintos momentos.
Algunos cambios epigenéticos son estables y duran toda la vida, y algunos pueden transmitirse de una generación a la siguiente, sin cambiar los genes.
Varios procesos epigenéticos involucran compuestos químicos que se adhieren o se unen al ADN o a las proteínas que empaquetan el ADN dentro de las células llamadas histonas. Cuando un compuesto químico se une al ADN, ciertos genes se activan o desactivan, seleccionando qué proteínas se fabrican.
Por ejemplo, el proceso epigenético de metilación del ADN involucra la unión de un compuesto químico llamado grupo metilo a ciertas ubicaciones en el ADN. Esta unión cambia la estructura del ADN, haciendo que los genes sean más o menos activos en su función de producir proteínas.
Otro proceso llamado modificación de histonas implica compuestos químicos que se unen a proteínas histonas. Los ácidos ribonucleicos, o ARN, también están presentes en las células y pueden participar en procesos epigenéticos que regulan la actividad de los genes.
La metilación del ADN y la modificación de histonas son procesos normales dentro de las células y desempeñan un papel en el desarrollo, al instruir a las células madre o células capaces de convertirse en células más especializadas, como las células del cerebro o la piel.
Los procesos epigenéticos son especialmente importantes en los primeros años de vida, cuando las células reciben por primera vez las instrucciones que dictarán su desarrollo y especialización futuros. Estos procesos también pueden ser iniciados o interrumpidos por factores ambientales, como la dieta, el estrés, el envejecimiento y los contaminantes.
Con el tiempo, los patrones epigenéticos de los individuos se vuelven diferentes, incluso en gemelos. Dado que los gemelos idénticos son genéticamente iguales, se cree que las diferencias son el resultado de una combinación de diferentes influencias ambientales que cada individuo experimenta a lo largo de su vida.
Curiosamente, la epigenética ha reavivado el interés por una teoría evolutiva algo desacreditada de Jean-Baptiste Lamarck. Como ya sabes, el lamarckismo, que precedió a Charles Darwin en casi medio siglo, sugirió que las adaptaciones de comportamiento realizadas por un organismo durante su vida, como una jirafa que estira constantemente su cuello para alcanzar las hojas en la parte superior de un árbol, daría como resultado una mayor tendencia hacia descendencia de cuello largo en las generaciones futuras. Mientras que la teoría evolutiva clásica, basada en cambios en la secuencia del ADN, no podía proporcionar ningún medio para explicar esta herencia de "rasgo adquirido", la epigenética proporciona una comprensión de los mecanismos que la hacen posible, o algo parecido…….
La epigenética es una forma de cerrar la brecha entre dos puntos de
vista diferentes de la evolución: la fuerza de la «naturaleza», que se refiere
a los cambios físicos en la secuencia del ADN causados por mecanismos clásicos
(mutaciones), y la fuerza de la «educación», “experiencias” y “factores
ambientales”. [Weinhold. 2006]
La genética moderna se encuentra en una etapa de desarrollo similar a la de las primeras formulaciones de la teoría de la mecánica cuántica en la década de 1920 y que en 2010 estamos en los albores de una nueva revolución en la genética que promete enriquecer y profundizar nuestra comprensión del gen y genoma. La evolución de la visión molecular hacia la visión epigenética más amplia e inclusiva del gen tiene un paralelo intrigante que es la evolución de los conceptos de la física atómica desde la mecánica newtoniana hasta la mecánica cuántica que es interesante considerar.
La clave podría estar en cómo usamos nuestra psiquis. ¿La usamos para ponernos en contacto con nosotros mismos, para tomar consciencia de quiénes somos y como nos relacionamos con los demás? ¿La usamos para enviar y recibir amor a/de los demás? Hay un mundo de posibilidades en nuestro ADN y la mejor herramienta que tenemos para acceder a ellas es la psiquis y la “consciencia transpersonal".
Al
igual que la mecánica cuántica ha hecho por la física, la epigenética
ha invitado a un sentido de misterio y potencial en el estudio de
nuestro genoma. Ya no se encuentran respuestas sólo en nítidas
relaciones matemáticas y determinismo mecánico. De repente, las
probabilidades se han vuelto primordiales. Hay múltiples posibilidades, a
veces infinitas, en cada bifurcación genética en el camino.
La mecánica cuántica nos condujo a la idea de la dualidad onda-partícula y la descripción de las posiciones de las partículas subatómicas como un "campo de probabilidades" que determina las propiedades químicas de un átomo dado. En cierto modo, de manera similar, el genetista R. A. Brink introdujo hacia 1960 la idea de "paragenética" que se basa en un "campo de posibilidades” que determinan los estados de expresión de un locus dado.
Para ampliar más:
Comentarios
Publicar un comentario